Para realizar estas chapatas empezamos elaborando directamente la masa que se mantendrá en reposo durante diez o doce horas, sin prefermento.
- Los ingredientes que hemos usado son:
- 300 gr. de harina de trigo panificable
- 75 gr. de harina de centeno blanca
- 250 gr. de agua
- 38 gr. de AOVE
- 7,5 gr. de sal marina
- 2 gr. de levadura seca de panadería
- Olivas negras sin hueso
- Tomillo
El resultado es una masa que es muy húmeda, dificil de manejar, pero la ponemos en un recipiente bien aceitado, dentro mismo le damos una tanda de plegados y la dejamos levar toda la noche en el frigorífico.
Transcurridas de doce a quince horas ya está lista para sacar, atemperar durante una hora o así y luego porcionarla.
Yo he cortado en dos, las he estirado como si fuesen dos acordeones y he conseguido dos lenguas finas y planas. Esta operación la he realizado sobre la encimera, utilizando en lugar de harina, semolina, en la que han quedado totalmente rebozaditas. De ahí al papel de hornear y de nuevo una hora escasa levando.
En realidad fuera del horno practicamente no han subido nada, pero al entrar...
Subiendo lo justo y necesario |
Enfriando en la rejilla |
Listas para hincar el diente |
Preparándose para recibir algo, aunque en realidad no les hace falta nada. |
El sabor de las olivas y del aceite es suficiente para convertirlas en un agradable bocado por sí mismas. |
La corteza queda suave por el contenido en aceite, pero el rebozado de la semolina le da un punto muy especial. Es una explosión de sabor.