Pero ahora que me veo convertida en sacerdotisa de la masa madre (MM) a la que cuido y mimo con cariño, me he aficionado a amasar mi propio pan y con los resultados tan satisfactorios que estoy consiguiendo prefiero pensar que solo es una leyenda y que, en realidad no está haciendo estragos en mi silueta... Hoy he horneado unas barras sencillas, sin pretensiones. Anoche alimenté a mi MM un poco antes de irme a dormir, hasta ahora le daba centeno semi y me crecía que era un portento, pero esta vez la refresqué con harina de trigo. Estas barritas, a excepción de la pizca de centeno que queda aún en la MM, están hechas a partir de harina de trigo blanca, del Rincón del Segura, sin añadir nada de fuerza ni de otras variedades.
A la vez preparé un poolish, con 100 g. de harina y 100 de agua y una puntita insignificante de levadura seca, solo para animarlo.
Masa madre donde aún se ven las pintitas del centeno semiintegral |
Impresionante, como todo palo que tocas, muy documentado todos los pasos a seguir para las diferentes elaboraciones, tanto a nivel explicativo, como la abundancia de fotografias
ResponderEliminarUna sola cosa, espero, que como pequeño detalle, me envies (por burrofax podria ser) un bocata-muestra relleno de jamon iberico.
Un abrazo niña, y no cambies nunca, eres muy especial.
Gerion Ferraris.
¡Uy, por favor, qué comentario, que me ruborizo toda!
EliminarLo del burrofax es que me han dicho que no quedan, que como no me vaya a la Alpujarra... Aquí hay que utilizar esa frase de: "te lo comes con los ojos". Además engorda mucho menos.
Muchísimas gracias por detenerte a dejar un comentario Anónimo Gerión.