15 de agosto de 2015

PANECILLOS DE HARINAS VARIADAS.


Preparamos un poco de masa de pan con
  • 75 gramos de agua
  • 125 gramos de harina de trigo blanca
  • 2 gramos de sal
  • una pizca de levadura seca.
Es una masa bastante dura, como una biga, pero con algo de sal añadido desde el principio, que hay que dejar en reposo 24 horas en la nevera, en un bol enharinado y bien tapado..



Pasado el tiempo necesario, elaboramos el resto de la masa utilizando

500 gramos de harina (mezclando centeno, espelta, trigo blanco e integral)
320 gramos de agua
10 gramos de sal
1 gramo de levadura seca
Un chorrito de aceite de oliva.

Y de nuevo a reposar al frigorífico durante otras 24 horas.



Volvemos a sacar y porcionamos en bollos de unos 100 gramos cada uno y le damos la forma de barrita o bollo.




Tras 40 minutos aproximadamente, están dispuestos para entrar al horno, preparado ya a 230º; deslizamos los bollos, greñados, sobre la bandeja, echamos agua en un recipiente que hemos colocado sobre el suelo del horno y rociamos los bollitos con un spray.
Diez minutos sólo con el calor de la resistencia inferior, luego sacamos la bandeja del agua, bajamos a 190º grados y lo mantenemos en cocción otros diez minutos. Al apagar, con la puerta entreabierta, los dejamos reposando cinco minutos más.



Enfriando sobre la rejilla


De par en par, esperando...





BOLLITOS SEMIINTEGRALES CON CHOCOLATE.


Para los bollitos semiintegrales de hoy comenzamos haciendo una biga el día anterior, compuesta de 
  • 150 gramos de harina integral de trigo
  • 90 gramos de leche
  • 1 gramo de levadura seca

Queda una masa bastante seca y fácil de manejar. Si hace mucho calor en cuatro o cinco horas ya habrá doblado su volumen 



Una vez que la biga está fermentada y dispuesta, preparamos el resto de la masa.

90 gramos de leche
30 gramos de Cointreau
2 huevos
40 gramos de azúcar blanquilla
40 gramos de azúcar invertido
50 gramos de aceite suave
6 gramos de sal
4 gramos de levadura de panadería, seca.
375 gramos de harina de trigo de fuerza.

Para aromatizar le he puesto

1 cucharada de canela
1 cucharada de anís en grano (matalahúva)
Unas gotas de esencia de limón

Para distribuir por la masa antes de la segunda fermentación he rallado en trozos gruesos 50 gramos de chocolate negro.

Chocolate al 70 % de cacao

Amasamos  todos los ingredientes integrando la biga preparada ayer. El chocolate lo reservamos.

Una vez transcurrido el tiempo necesario para que la masa haya doblado su volumen, cortamos doce porciones de unos 80 gramos cada una, las extendemos  y colocamos sobre ellas un poco del chocolate troceado y luego vamos haciendo pequeños hatillos que después boleamos antes de colocar sobre el papel de horno.




Vamos cerrando la masa de manera que los trocitos de chocolate queden en el interior, en la segunda subida se integrarán completamente dentro de la masa

Los bollitos ya esconden los ricos trocitos de chocolate dentro





 Tras un par de horas de subida, preparamos el horno, con calor arriba y abajo, a 230º. Cuando alcanza la temperatura bajamos a 210º, metemos los bollos y horneamos durante 10 minutos, acto seguido bajamos de nuevo hasta los 180º y mantenemos cinco minutos más. Al cabo de ese tiempo ya estarán cocidos. Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Resultado:






13 de agosto de 2015

MASA DE PIZZA CON SÉMOLA DE TRIGO.


Preparamos la masa de la pizza con los siguientes ingredientes
  • 400 gramos de harina de trigo floja
  • 100 gramos de semolina
  • 310 gramos de agua
  • 20 gramos de aceite de AOVE
  • 10 gramos de sal
  • 1,5 gramos de levadura de panadería, seca.
  • Una pizca de cúrcuma, le da un color doradito a la masa.

Tras 2 minutos de amasado en el robot de cocina y queda así:


La colocamos en un bol bien aceitado, tapamos y la dejamos reposar en el frigo.

Al día siguiente la masa ha doblado su volumen y está muy esponjosa. La volcamos sobre la superficie de trabajo y la dividimos en dos porciones iguales, que estiramos sobre papel de hornear.



Preparamos el horno al máximo y dejamos deslizar la masa estirada directamente sobre la base del horno, sin bandeja. Al cabo de tres minutos estará dorada por debajo, entonces metemos la pala y la subimos a la rejilla o a una bandeja que tendremos en una posición media alta, para acabar de hornearla, un minuto o dos como mucho. No queremos que se dore, sólo que esté precocinada para cuando queramos montar la pizza con su relleno.

Una vez que ha pasado este tiempo la masa queda semirígida y cuando se enfría se puede envolver en film y meter en el congelador. Así tendremos dos bases preparadas para su uso.


Cuando las queramos usar les pondremos por encima los ingredientes al gusto y como ya están precocinadas se nos harán en un momentito.

Con la masa fresca hay que poner los ingredientes muy secos puesto que si se humedece demasiado luego no cuece bien. La ventaja de este método es que la masa precocida , al estar seca, puede ser untada con más generosidad, sin temor a que luego quede medio cruda. Si es con tomate frito, atún y queso mozarella rallado, en cuanto el queso aparezca fundido la pizza estará lista, cinco minutos como mucho.

Y este fue el resultado, una vez hecha: